FANTASMA DE PIEDRA

(Adaptación de la Leyenda de Huarcuna-inca)


¡Los Pachis han sido reducidos! Los vencedores festejan. El responsable es Túpac Yupanqui –“hombre de todas las virtudes”-.
Desde el cielo en cóndor cae herido; sus gigantescas alas desplegan el último vuelo, y majestuoso, aplasta su porte en la nieve andina que se tiñe de rojo. El Gran Sacerdote le mira agonizar y morir.
(Un día vendrán otros en inmensas piraguas y el reinado de Manco Capac desaparecerá: eso lee el sacerdote en la muerte del preciado cóndor, pero lo calla).
Una doncella ha sido tomado cautiva. Es la más bonita y viene con el corazón destrozado en la mano, se la entregarán al Inca... ¿Por qué debe entonar alabanzas al vencedor que a su propio pueblo ha vencido? La noche abraza a los Andes, y las estrellas se reflejan en los copos de nieve.
El campamento oye los gritos de los guardias. ¡La prisionera con su amante, que estaba prisionero, con él huye por las montañas!
-¡Muerte a la esclava infiel!-aulló el Inca.
-¡Muerte al osado que la defienda!-y al amante apresan, le dan muerte.
La bella esclava sonríe. ¡Qué mejor sentencia! En la muerte, en el más allá, con su amado se encontrará y no tendrá que rendirse al soberbio Inca que no es para ella más que un hombre aunque lleve de oro hasta el mismo corazón.
Sobre el Palla Huarcuna –en las montañas entre Izcuchaca y Huaynanpuquio- se levantó una roca mientras la esclava moría, y en la roca Viracocha le tejió un collar y sobre la cabeza le colocó un tocado de las plumas más ricas. De piedras la esclava rebelde domina los paisajes desde el Palla Huarcuna, y, a quienes se arriesguen a pasar la noche por allí, la fantasma de helada piedra los devora.